Tratamientos en madera: Ventajas, prevención y mantenimiento de la madera

Aunque pueda parecer contradictorio, las construcciones de madera tienen algunas ventajas únicas cuando se trata de resistir el fuego. En comparación con otros materiales de construcción, como el acero, que se doblega al alcanzar cierta temperatura, o el hormigón, que puede llegar a explotar debido a la dilatación del hierro de su interior, la madera tiene una mayor resistencia al fuego durante un mayor tiempo, debido a su bajo coeficiente de conductividad térmica y su capacidad para carbonizarse en la superficie, lo que protege el interior del material. Esta capa protectora hace que no penetre el fuego hacia dentro de la viga y provoque que la madera se mantenga en pie por más tiempo en comparación a otros materiales.

Muchos incendios domésticos son producidos a causa de un mal diseño de las salidas de humo o chimeneas. Esto se puede evitar con un buen revestimiento cerámico a través de la cubierta de madera, tubos dobles con aislante térmico y rellenados de cemento aligerado. Gracias al estudio previo de las estructuras y a este revestimiento, nos encontramos que no hay ninguna posibilidad que el fuego de una chimenea entre en contacto con nuestra cubierta de madera.

En Pallars sobredimensionamos las vigas de madera con tal de que estas resistan más tiempo expuestos al fuego. Es cierto que la madera es un material que, con llama viva, quema, pero que una vez sobredimensionado, calculado correctamente y acompañado de un buen diseño, no tiene ningún inconveniente a la hora de la construcción. De lo contrario, aporta más ventajas y seguridad expuesto al fuego en comparación con otros materiales.

Aunque es cierto que la madera es vulnerable al ataque de los agentes de pudrimiento, cabe destacar que esto se da con condiciones específicas y puntuales. En la actualidad existen varios tratamientos y medidas de prevención que pueden ser utilizados para proteger la madera y extender su vida útil. Estos incluyen el uso de maderas resistentes al pudrimiento, la aplicación de preservantes de madera y el control de la humedad en el ambiente donde se encuentra la madera.

Los agentes de pudrimiento aparecen en la madera cuando esta tiene un nivel de humedad superior al 18%. Esta es una cifra elevada que únicamente se puede alcanzar en lugares muy húmedos donde la viga de madera esté totalmente tapada y con una ventilación incorrecta o inexistente. Es por esto, que le ponemos una especial atención al diseño, ya que, este es fundamental para que la madera tenga una correcta ventilación, evitando así la absorción de humedad.

En Pallars Fustes trabajamos con maderas que contengan un máximo del 12% de humedad en su composición, teniendo en cuenta que no es posible que ningún elemento de pudrimiento viva en una madera que contenga de un 12% a un 18% de humedad, evitamos desde el inicio que se puedan producir desgastes de este tipo en nuestras construcciones.

También existen diversos tratamientos químicos específicos que impregnan el interior de la madera, de esa manera, los elementos que podrían dañar la madera, como las termitas o los hongos, no pueden hacer vida.

En Pallars Fustes somos expertos en todo tipo de madera, por eso, conocemos sus propiedades y seleccionamos la perfecta para cada proyecto teniendo en cuenta el uso final que se le va a dar.

Se cree que las estructuras exteriores de madera no son resistentes y requieren de un mantenimiento constante, pero eso no es así. La clave está en seleccionar la madera correcta y seguir las indicaciones y cuidados que te dan los profesionales, de igual forma que se haría con una construcción de otro material.

Para construcciones en exterior se recomienda emplear todo lo que serían maderas tropicales, ya que estas, tiene más durabilidad en exterior que otro tipo de maderas, como lo serían las de abeto. . Las maderas tropicales se pueden llegar a enterrar en el suelo sin que tengan un pudrimiento notorio, es decir, ni la viga ni la estructura de madera se ven afectados.

En Pallars Fustes hacemos una elección cuidadosa de las maderas utilizadas para construcciones exterior, destacando las maderas de proximidad como el Abeto Douglas, u otros como el bambú, el IPE, o el Iroc.

De todas formas, tratamos la madera con productos de mantenimiento de color de primera generación, donde aseguramos el perfecto estado y mantenimiento total de los materiales a largo plazo, concretamente de 4 a 6 años, dependiendo de la exposición al sol que sufra y también de otros factores determinados por el lugar donde se encuentre la instalación.

Por lo tanto, de igual forma que una fachada se tiene que pintar cada cierto tiempo, la madera igual, cada 4 o 6 años, se tiene que repintar. En Pallars Maderas trabajamos con productos y tratamientos de nueva generación, de este modo conseguimos mantener el color y las propiedades de la madera en exterior durante un largo tiempo.