Hoy queremos hablaros de los beneficios que nos aporta el estar envueltos o de vivir en una casa de madera.
Además de calidez y el encanto que nos ofrece, la madera es muy versátil por lo que hace al diseño se refiere: nos sirve tanto si queremos utilizarla para un estilo rústico o tradicional, como si preferimos un estilo más moderno o vanguardista. Esto no es todo, este material tiene muchos beneficios y de diferente índole.
La madera es un material muy longevo. Su durabilidad es indiscutible y con un buen mantenimiento se puede disfrutar de una estructura de madera por mucho tiempo. Por esto, este tipo de casas se construyen en muchos países como EEUU, en el norte de Europa, Canadá y otras zonas rurales. Aunque parezca mentira, las construcciones de madera son construcciones con una mayor esperanza de vida que las de hormigón, que a partir de los 35/40 años empiezan a dar problemas.
Es cierto que la madera necesita ciertas curas responsables, ya que tiene que ser tratada para evitar plagas, hongos, etc.… pero hoy en día los diferentes tipos de madera que se utilizan son tratados adecuadamente para evitar estos problemas. Se les dan diferentes capas que protegen e impermeabilizan.
Hablamos de un material muy versátil: existen muchísimos tipos de madera y eso nos ofrece que lo podamos adaptar al estilo que más nos guste y a nuestras necesidades.
¿Más económico? Sí, aunque no lo parezca, las casas de madera tienen un precio menos elevado que cualquier otro tipo de construcción.
Es un material noble que tiene un aislante natural que nos protege tanto del frío como del calor, lo que nos permitirá reducir el consumo de energía como el de regular temperaturas en las diferentes épocas del año. Con la madera consigues estar más calentito en invierno y más fresco en verano. Aunque suene raro, la madera es un material que “respira”, esto es lo que hace que regule la temperatura interior de la casa. Además, expulsa la humedad, cosa que nos beneficia positivamente a nuestra salud.
Y, como no, al tratarse de un producto renovable, no contaminante, ayuda a la cura del medio ambiente.
¿Parece contradictorio, verdad? Pero el talar un bosque no es “agresivo” ni tan “anti-ecológico”. Es más, todo lo contrario. Cuando un bosque se gestiona con criterios de sostenibilidad, así garantizando su supervivencia a largo plazo, la tala se convierte en un proceso de regeneración del bosque. Por eso es importantísimo que cuando vayas a contratar o solicitar tu proyecto en madera, exijas la certificación pertinente.
En pocas palabras, todo son ventajas. Así que ya sabes, a Pallars nos mueve la PASIÓN POR LA MADERA.
