Después de la madera, el acero dominó la arquitectura del siglo XIX y el hormigón lo hizo en el siglo XX. Los don dieron posibilidades incalculables, pero ¿qué pasaría si os dijéramos que la madera puede ser el material de este siglo?. Seguramente os estaréis preguntando: ¿Cómo es posible que la madera, un material que ha estado siempre presente en la edificación, ahora pase a ser el material que revolucione el siglo XXI?
Aunque parezca muy precipitado, en los últimos años, la sociedad ha estado (y sigue estando) muy empeñada en luchar contra el cambio climático. Es por esta razón que cada vez resuena más la idea de recuperar uno de los materiales más antiguos de la construcción; porqué, unido a la tecnología actual, empiece a liderar la arquitectura sostenible.
Entonces, ¿por qué no la hemos utilizado antes?. La madera siempre se ha caracterizado por ser un material fuerte, limpio, estéticamente bonito, acogido y versátil. Gracias a la tecnología actual y los grandes avances que se hacen cada día en todos los ámbitos; la madera es cada vez más eficiente y adaptable al mundo actual.
A diferencia de los demás componentes de construcción, la madera es un material renovable.
Esto es debido a que el procesamiento implica mucha menos energía que en el resto de materiales. En parte se debe a que es un material compuesto por CO2 neutro porque los árboles absorben mucho más dióxido de carbono durante su vida que lo emitido en procesar la madera.
Con los procesos actuales, la madera puede llegar a ser tan o incluso más fuerte que el mismo acero, a la vez que es mucho más ligera que éste. Además, se instala mucho más rápido acelerando el proceso de construcción y tiene unas propiedades táctiles y acústicas que ayudan a aislar el ruido y el calor. Pero os estaréis preguntando: ¿y no puede quemarse con más facilidad que el resto de componentes? La respuesta es no. De hecho, la madera puede llegar a ser más resistente al fuego que el hormigón y el acero, ya que la madera que se utiliza para proyectos arquitectónicos posee una cantidad de humedad en su interior que frena el avance de este elemento tan devastador.
Por esta razón, todos y cada uno de nosotros tenemos que empezar a promover este componente tan antiguo para que sea nuestro presente y el material que nos dará en un futuro. Ya que la madera es el futuro de la arquitectura sostenible, de la Tierra y de la humedad.